Noche del Viernes Santo en Linares.
Parroquia de San Francisco de Asís.
Entonces José de Arimatea depositó el cuerpo en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después salió de la estancia e hizo rodar una gran piedra para tapar la entrada del sepulcro. Entonces se marchó, dejando allí, completamente solo, el cuerpo inerte del Maestro.