Tarde del Lunes Santo en Linares.
Basílica de Santa María la Mayor.
Llegó Jesús con sus discípulos a un huerto llamado Getsemaní. «Sentaos aquí mientras voy allá, a orar» -les pidió. Se retiró a un montículo de roca y comenzó a entristecerse y a sentir angustia por saberse traicionado. Y vino la angustia, el desasosiego, el desaliento, el miedo y el sudor. Pero aún así no dejaba de implorar a su Padre y de amar a los causantes de tanto dolor.